El pintor catalán Santiago Rusiñol es el protagonista del último espectáculo de la mítica compañía Els Joglars. Tras estrenarlo con éxito el pasado mes de noviembre en Valladolid, la troupe capitaneada por Ramon Fontserè llega a Madrid con «Señor Ruiseñor» para hacernos reflexionar sobre la cruel realidad actual confrontada a lo que fue esta sociedad en el pasado. En elTeatro María Guerrero del 9 al 27 de enero.
“SANTIAGO RUSIÑOL fue un destructor de fanáticos que representó una sociedad de ciudadanos holgados y juiciosos a orillas del Mediterráneo”.
Con estas palabras definió el escritor y periodista Josep Pla a Santiago Rusiñol.
“Era un artista casi renacentista en el sentido de que tocaba muchos campos: la pintura, su gran pasión, la dramaturgia, la dirección, el coleccionismo y el arte de vivir. Era un hombre con un gran sentido del humor”, nos cuenta Ramon Fontserè, director de este montaje, y añade: “Es el representante de una época, del Modernismo, de una Barcelona abierta al mundo, un hombre que no se miraba al ombligo. Un catalán del mundo”.
Humor, sátira e ironía
Y es precisamente su espíritu el que recorre el nuevo trabajo de Els Joglars.
Tomás, un jardinero que trabajaba en parques y jardines, es recolocado a causa de su reuma como guía en el Museo Rusiñol. Pero de repente deciden convertirlo en el Museo de la Identidad y aquí empieza un conflicto entre dos mundos, el de la comisión del patronato y el del jardinero que acabará por convertir a Tomás en más Rusiñol que el propio Rusiñol.
“En “Señor Ruiseñor” reflexionamos sobre las patrias de las identidades frente a la patria universal del arte que reivindicaba el propio Rusiñol. Él decía. “Amo más un fragmento de Dante, una melodía de Chopin, un cuadro de El Greco que una ciudad o un pueblo”, afirma Fontserè, y desvela: “Hemos planteado un final optimista donde la belleza y la razón ganan a la sinrazón”.
Pero, ¿va a ser este un espectáculo incómodo de algún modo para alguien?
“Nuestros espectáculos siempre han intentado desvelar ciertas realidades poniéndoles foco desde un punto de vista crítico, utilizando el humor, la sátira y la ironía. El humor como un antídoto contra los fanatismos.
Incomodará y ofenderá, pero lo importante es conseguir que a los que le ofende se puedan plantear el porqué. Estamos en un momento donde las identidades movidas por los sentimientos “fangosos de la vida”, como dice Rusiñol, están ganando terreno. Los nacionalismos nunca han llevado a nada bueno. Uno de los actos más casuales de la vida es el lugar donde uno nace y esto no se puede convertir en un privilegio”, afirma.
Un espacio muy limpio y muy sugerente con proyecciones y sombras chinas sirve a los actores, el propio Fontserè, Juan Pablo Mazorra, Rubén Romero, Pilar Sáenz, Dolors Tuneu y Xevi Vilà, para dar vida a un espectáculo muy visual, muy plástico y muy coreográfico que “propone carcajadas, risas, emoción y reflexión. Els Joglars cumplirá pronto 57 años y nuestro deseo es llegar a cuanta más gente mejor”, finaliza Fontserè.
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