Memento Mori. De Borja Ortiz de Gondra

LA COMPAÑÍA DE CRISTINA ROTA LLEVA A ESCENA ESTE MONTAJE BASADO EN LA OBRA DE BORJA ORTIZ DE GONDRA SOBRE LA INVISIBILIDAD DEL CONTINENTE AFRICANO Y LA OBVIEDAD DE SUS PROBLEMAS Y VIRTUDES. SU PROTAGONISTA, CRISTINA ROTA, ESTARÁ ACOMPAÑADA POR DOS DE SUS HIJAS Y ALGUNOS DE LOS ACTORES MÁS CONOCIDOS DEL CENTRO DE NUEVOS CREADORES, LA ESCUELA QUE DIRIGE. LO HARÁN DESDE EL 13 DE ENERO BAJO LA DIRECCIÓN DE JAIME CHÁVARRI. Por M. G.

‘Memento mori’ significa “recuerda que vas a morir». Los esclavos repetían esta frase a los militares de la Roma del imperio para criticar su soberbia y la expresión también fue empleada para hablar de las representaciones de difuntos en el arte.
Ya en el siglo XIX y XX se llamaron “memento mori” a las fotografías que las familias hacían a sus muertos antes de ser enterrados, para así poder recordarles. Con todas estas acepciones de la expresión latina se juega metafóricamente en el texto de Borja Ortiz de Gondra gestado en estrecha relación con el equipo de la profesora, productora, directora y actriz Cristina Rota.
Rota es Sofía, la protagonista de la función, una reconocida fotógrafa que recibe un importante premio por una instantánea sobre el horror.
Sus hijas en escena, una estudiante de medicina y una reportera de guerra, están interpretadas por sus propias hijas reales. La actriz y cantante Nur Al Levi y María Botto, quien comparte el personaje de manera rotatoria con las actrices Melanie Olivares y Goya Toledo. Completa el reparto femenino Manuela Nsuenzang, estudiante en el Centro de Nuevos Creadores que dirige Rota en Madrid. De hecho, a excepción de Luis Hostalot, todos los actores del montaje han surgido de su escuela actoral, incluyendo a Roberto Drago.
UNA TRAGEDIA CONTEMPORÁNEA
La trama política del montaje transcurre a través del personaje de David, interpretado por Drago. “Él es un agregado de la embajada de un país de África. Está casado con Carlota, hija de Sofía. Me voy a África con ella y dentro de mi trabajo hay muchos asuntos turbios que tengo que ocultar a mi familia”, dice el actor.
Para hablarnos de esta trama social, Ortiz de Gondra bebe de las fuentes de los grandes referentes del teatro social del siglo XX pero da un paso más allá. “Es una obra muy moderna, de una dramaturgia contemporánea muy diferente a la estructura más clásica de Brecht o Sartre. Se juega con la información, las elipsis y requiere un esfuerzo por parte del espectador”, afirma Roberto Drago.
A la modernidad del texto hay que sumarle el trabajo de dirección de Jaime Chávarri, que ha abordado el texto desde una perspectiva muy cinematográfica. “El sonido y la imagen en este montaje son fundamentales para recrear el mundo africano. Se rompe la estructura del teatro a la italiana a través de un plano de fondo que se mueve y que se ve desde distintos puntos de vista, como en los planos que se utilizan en el cine”, dice el actor.
UN TEATRO SIN FRONTERAS
Pese a que ciertos aspectos del personaje de Sofía guarden similitudes con la propia vida de Rota (su marido, Diego Botto, desapareció en la dictadura argentina), afirma que no se siente identificada. “Estaría enferma. La identificación del actor con el personaje que interpreta es muy peligrosa, no hay que quedarse pegado a los personajes. Pero pienso que no se puede mirar para otro lado ante ciertas situaciones. La única forma de ser más vividos, más nosotros mismos, es tener una memoria que aporte sentido al presente y al futuro. Creo en la vida sin compartimentos por países o culturas. Todos merecemos amor y debemos de impedir la rapiña sistemática de los países africanos”, concluye.

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