Regresa al Teatro de la Zarzuela la «Doña Francisquita» de Lluís Pasqual

Si por algo se ha caracterizado la dirección de Daniel Bianco al frente del Teatro de la Zarzuela ha sido por intentar abrir el género, por buscar nuevos caminos, por convocar a nuevos públicos. El riesgo está ahí y esas ‘nuevas’ propuestas no tienen por qué gustar a todo el mundo. La “Doña Francisquita” que dirigió Lluís Pasqual en 2019 dividió a los espectadores, que se mostraron efusivos tanto en los aplausos unos como en las críticas otros. Sea como fuere, el coliseo de la calle Jovellanos repone ahora aquella producción de la joya de Amadeo Vives para poner el broche final a la temporada lírica. La cita, del 19 al 30 de junio.

“Es muy importante buscar nuevas lecturas, si no, terminaríamos convirtiendo la música, la ópera o la zarzuela en un museo. La gran mayoría de estos compositores, y sin duda Vives, estarían encantados de que sus obras fueran presentadas de una manera muy distinta a la que ellos pensaron. No hay que olvidar que la gran mayoría de todos estos genios eran personas muy poco convencionales, encantados de abrazar las nuevas tendencias y muy contrarios a los convencionalismos”, nos cuenta el maestro Guillermo García Calvo, unos de los directores de orquesta españoles más destacados de la actualidad y director musical de este montaje.

Y continúa:

“Esta puesta en escena me encanta, me inspira y me gusta incluso el hecho de que pueda resultar incómoda. Te hace pensar sobre la obra, sobre nosotros, sobre nuestra historia”.

Un gran clásico

Madrid. Mediados del XIX. Aunque él está prendado de Aurora, la Beltrana, que no le corresponde, la hermosa joven Francisquita bebe los vientos por Fernando, y, a su vez, es cortejada por el padre de este, Don Matías, y ella se deja querer, logrando así, por fin, interesar al hijo…

Con cien años recién cumplidos –se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid en octubre de 1923– e inspirada en “La discreta enamorada” de Lope de Vega, “Doña Francisquita”

“es una de las obras más bonitas, no solo de la zarzuela, sino de todo el repertorio de música de escena. Es una de las obras más inspiradas, con más derroche de melodías, de ritmos, de variedad, con una instrumentación exquisita, una escritura de las voces virtuosística. Y, además, una obra de esas que cuando uno la escucha o la ve, le mejoran el ánimo, el espíritu, el humor”, afirma García Calvo.

Una historia conocida por todos a la que el genio de Lluís Pasqual ha querido darle una vuelta con una adaptación libre cuya finalidad es ungir cada detalle de ese espíritu de alegría y emociones felices, dejando también, como es habitual en sus trabajos, un espacio para la reflexión útil.

Hemos charlado con el director:

Sí, del libreto quedan unos versos. Sin embargo, han sido sustituidos por otro texto, que es el que dice Gonzalo de Castro. Yo propongo tres épocas de la zarzuela. Una, en el año 32, que es una grabación de “Doña Francisquita” en un estudio de grabación. El segundo acto ocurre en 1962 y es una evocación de las zarzuelas como se hacían en televisión. Hubo un momento en que se hacían en Playback. Y el último acto es hoy, en nuestros días. Tres maneras distintas de hacer la zarzuela y cómo se puede hacer hoy. Y, además, en el tercer acto contamos con la inestimable colaboración de Lucero Tena. Contar con ella en directo en el fandango de Francisquita es un lujo que nunca hubiera podido imaginar.

Sabina Puértolas / Marina Monzó, Ismael Jordi / Alejandro del Cerro, Ana Ibarra / María Rodríguez, Enrique Ferrer / Manuel de Diego, Milagros Martín, Santos Ariño, Isaac Galán protagonizan esta historia de amor a cuatro y más bandas que se completa con 12 bailarines y 12 actores, la Orquesta de la Comunidad de Madrid, el Coro Titular del Teatro, dirigido por Antonio Fauró, y dos colaboraciones especiales de altura: la de la inmensa maestra de las castañuelas Lucero Tena y la del genial actor Gonzalo de Castro.

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